El Ministro de Industria y Recursos Minerales de Arabia Saudí ha revelado sus ambiciosos planes para localizar la producción de vehículos eléctricos en el marco de Visión 2030. Esto incluye el lanzamiento de Ceer y el objetivo de crear un centro regional de fabricación de vehículos eléctricos respaldado por leyes de inversión simplificadas y el desarrollo de recursos minerales.
Durante una reciente sesión del Foro Económico de Qatar, Bandar Al-Khorayef, Ministro de Industria y Recursos Minerales de Arabia Saudí, destacó las ambiciones del Reino en el sector de los vehículos eléctricos. Describió a Arabia Saudí como el mayor exportador de vehículos no fabricados en el país y destacó el cambio estratégico de la nación hacia los coches eléctricos como un movimiento con visión de futuro, apuntalando la visión más amplia encapsulada en la iniciativa Visión 2030 de Arabia Saudí.
El Ministro subrayó que la Visión 2030 representa una importante oportunidad para cultivar la industria automovilística en el país, centrándose no sólo en la diversificación económica nacional, sino también en la creación de valor añadido a través de tecnologías innovadoras. Esta perspectiva es vital, ya que el Reino aspira a integrar capacidades industriales avanzadas junto a sus sectores tradicionales, especialmente la minería. Al-Khorayef señaló que la tecnología moderna está reconfigurando los parámetros tradicionales de tamaño y producción industrial, lo que permite a diversos sectores aprovechar las oportunidades del mercado mundial en lugar de limitarse a las demandas regionales.
Un elemento central de esta visión es la creación de dos fábricas dedicadas a la producción de vehículos eléctricos, con el objetivo de fabricar 300.000 vehículos al año de aquí a 2030. Esta ambición se complementa con el lanzamiento de Ceer, la primera marca nacional de vehículos eléctricos de Arabia Saudí, que promete reforzar el ecosistema de fabricación nacional. La iniciativa pretende no solo satisfacer las necesidades del mercado local, sino posicionar a Arabia Saudí como centro regional de fabricación de vehículos eléctricos, un sector que se espera que crezca exponencialmente en los próximos años.
La inversión en este sector se ve favorecida por un sólido marco legislativo, destinado a agilizar los procesos para los posibles inversores. Al-Khorayef destacó que el periodo de concesión de licencias para las operaciones mineras se ha reducido drásticamente a menos de seis meses, en claro contraste con la media mundial de tres a cinco años. Esta eficiencia legislativa forma parte de una estrategia más amplia para estimular la inversión extranjera y fomentar la sostenibilidad en el sector minero, que el Reino tiene previsto potenciar considerablemente, proyectando contribuciones de unos 300.000 millones de riyales al PIB nacional para 2030.
Además, la apuesta del Reino por los vehículos eléctricos se alinea estrechamente con su objetivo de convertirse en líder mundial de la minería. La estrategia nacional incorpora no solo el sector de la automoción, sino también un meticuloso enfoque en el aprovechamiento del potencial de los recursos minerales sin explotar, cuyo valor se estima en unos 2,5 billones de dólares. Con la aparición de 2.453 licencias mineras activas para principios de 2024, Arabia Saudí está decidida a desarrollar este sector vital.
Las asociaciones estratégicas del Reino también son dignas de mención, con inversiones en fabricantes extranjeros de vehículos eléctricos, como Lucid Motors. Los informes indican que Arabia Saudí ha destinado más de 10.000 millones de dólares sólo a esta empresa. El objetivo es producir 150.000 vehículos eléctricos al año de aquí a 2026 y llegar a 500.000 en 2030. Estos objetivos subrayan la urgencia y la intensidad de los esfuerzos del Reino por desarrollar tanto la infraestructura necesaria como la mano de obra cualificada para apoyar su ambición de vehículos eléctricos.
En general, el avance de Arabia Saudí hacia los vehículos eléctricos y la mejora de sus capacidades mineras refleja una estrategia global para diversificar su economía, reducir la dependencia de los ingresos del petróleo y apostar por la sostenibilidad. A medida que se desarrolla esta visión, el país está preparado para emerger no sólo como un actor regional, sino potencialmente como una fuerza global significativa en el mercado de los vehículos eléctricos. Mediante la integración de tecnologías de vanguardia y un clima favorable a la inversión, Arabia Saudí está remodelando su panorama económico de cara al futuro.