Artículo aportado por:
- Carlo Stella, socio de Arthur D. Little Middle East y responsable mundial de sostenibilidad
- Philipp Seidel, Director de Arthur D. Little, Alemania
El mundo se enfrenta a una emergencia climática. Durante siglos, los combustibles fósiles han sido la columna vertebral de la industria y el crecimiento económico, pero las emisiones que liberan a la atmósfera han erosionado las defensas naturales de la Tierra, poniendo en peligro la vida en todas sus formas. El sector del transporte, responsable de aproximadamente una cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), ha sido durante mucho tiempo parte del problema, pero mediante la electrificación también puede ser una parte importante de la solución.
La dimensión regional
En el CCG, las tecnologías y la voluntad política que respaldan la e-movilidad están firmemente implantadas. Sin embargo, la región se enfrenta a un obstáculo: los países del Golfo dependen en gran medida del transporte por carretera y, aunque los consumidores son cada vez más conscientes de la sostenibilidad, siguen prefiriendo los todoterrenos de gasolina y diésel. Los países del CCG han invertido mucho en sus sistemas de transporte público en los últimos años, pero mientras la gente siga dependiendo de los vehículos privados, la respuesta a los viajes sostenibles está bajo el capó.
Aquí, Índice Global de Preparación para la Movilidad Eléctrica (GEMRIX) 2023de Arthur D. Little ofrece una visión alentadora del apetito del CCG por la electrificación. En concreto, los EAU y Qatar ocupan los puestos 7 y 9, respectivamente, en el índice global que abarca 35 mercados de todos los continentes.
En los EAU, la Estrategia de Movilidad Verde 2030 de Dubái pretende introducir unos 42.000 coches eléctricos en las carreteras del emirato en los próximos seis años, y el país en general ha desarrollado su infraestructura de recarga, con unas 700 estaciones de carga operativas en la actualidad. Por su parte, Qatar ya ha alcanzado su objetivo de electrificar 25% de su flota de autobuses de transporte público y se está fomentando la adopción de VE mediante opciones de financiación verde.
Mientras tanto, el modesto puesto 23 de Arabia Saudírd en el índice GEMRIX oculta las importantes iniciativas de movilidad eléctrica que se están llevando a cabo. El Fondo de Inversión Pública (FPI) del reino ha lanzado Tasaru Mobility Investments, destinado a acelerar el desarrollo del ecosistema de vehículos eléctricos y movilidad autónoma de Arabia Saudí. Arabia Saudí también ha lanzado su primera marca nacional de vehículos eléctricos, Ceer, en colaboración con Foxconn, y se ha adentrado en el mundo de los deportes de motor eléctricos.
Los retos de la movilidad eléctrica
El CCG ha dado importantes primeros pasos en el camino hacia la movilidad eléctrica. Sin embargo, su adopción generalizada entre la población local depende de la capacidad de la región para superar importantes obstáculos infraestructurales.
Uno de los principales retos es la densidad de la red de recarga, tanto en corriente alterna (CA) como en corriente continua (CC), que es más rápida. Los vehículos con aire acondicionado y alto consumo energético requieren una infraestructura densa, y aunque los hogares y los lugares de trabajo suelen estar bien servidos con puntos de recarga de CA, es necesario instalar puntos públicos de recarga de CC de alta velocidad en toda la región. También hay implicaciones significativas para la red energética en lo que respecta a la recarga privada, con una clara necesidad de revisar la arquitectura y la estabilidad de la red si se quiere aprovechar el potencial de la e-movilidad.
Por el lado de la demanda, la electrificación de los vehículos aumentará sustancialmente las necesidades de electricidad. Sin embargo, dado que se espera que los VE representen menos de 10% de la demanda total de electricidad en 2030, el reto se refiere principalmente al impacto local de la recarga, con el potencial de riesgos de sobrecarga de la red si un gran número de propietarios de VE cargan sus coches en el mismo lugar y al mismo tiempo, un reto especialmente grave en los bloques de viviendas. Para mitigar este riesgo, las empresas de servicios públicos deben invertir en reforzar la red y, al mismo tiempo, adoptar medidas activas de gestión de la demanda para limitar los picos de demanda concurrentes.
El caso empresarial
A pesar de los retos, están surgiendo casos empresariales que ponen de manifiesto la rentabilidad potencial de las inversiones en infraestructuras de VE, con oportunidades para una serie de partes interesadas, como fabricantes de vehículos, empresas de servicios públicos, empresas de capital riesgo y fondos de infraestructuras.
Históricamente, ha habido tres papeles en la cadena de valor del VE público: los operadores de puntos de recarga (CPO), los proveedores de servicios de movilidad (MSP) y las plataformas de e-roaming. Hoy en día, es en la interacción entre los operadores de puntos de recarga y los proveedores de servicios de movilidad donde reside el mayor valor.
Como se indica en ADL Viewpoint, 'La evolución de la recarga pública de VE', los operadores de puntos de recarga tienen margen para crecer añadiendo nuevas ubicaciones a sus carteras, adquiriendo CPO más pequeños, ofreciendo soluciones llave en mano a los clientes e incluso expandiéndose al campo de los servicios energéticos..
Mientras tanto, los proveedores de servicios gestionados se están diversificando y ofrecen soluciones B2B para flotas que integran la facturación de la recarga en casa, en el trabajo y en lugares públicos, o bien ofrecen sus redes de recarga como soluciones de marca blanca a terceros. Algunos MSP también están incluyendo la recarga como parte de una plataforma de movilidad integrada o añadiendo servicios energéticos inteligentes, con el consiguiente ahorro de costes para los usuarios.
Además del potencial de crecimiento de los CPO y los MSP, están surgiendo dos modelos de negocio para nuevos servicios: V2G y V2H. En un servicio de vehículo a red (V2G), la batería de un VE se utiliza para aportar flexibilidad a la red eléctrica y el propietario del vehículo recibe la compensación correspondiente. Mientras tanto, detrás del contador, el servicio de vehículo a hogar (V2H) implica el uso de una batería de VE como proveedor de energía en casos de sobrecarga de la red, para reducir picos o como sistema de gestión de la energía que reduce costes.
Recomendaciones
A medida que los países del CCG siguen desarrollando sus ecosistemas de movilidad eléctrica, los responsables de la toma de decisiones pueden considerar los siguientes pasos:
- Integrar las estrategias de movilidad y energías renovables y los respectivos ecosistemas de partes interesadas.
- Realizar simulaciones de la demanda de recarga de VE basadas en modelos de mercado de VE y simulaciones de tráfico.
- Pruebas de estrés de las redes de energía, basadas en simulaciones de carga de vehículos eléctricos.
- Investigar la viabilidad técnica y económica de las soluciones de almacenamiento de energía.
El camino hacia la electrificación no será fácil, pero bajo el peso de la crisis climática mundial y las promesas de cero emisiones netas, no es posible abandonar la carrera. El transporte es uno de los mayores emisores de gases de efecto invernadero del mundo, por lo que es vital fomentar la sostenibilidad en todo el sector, y la movilidad eléctrica será un motor clave del cambio. En el CCG, el viaje ha comenzado; la sostenibilidad, la descarbonización y el "pensamiento verde" impregnan las visiones nacionales a casi todos los niveles, y las innovaciones en VE se están probando en toda la región. Desde las infraestructuras hasta el comportamiento de los consumidores, quedan importantes retos por delante, pero donde hay inversión y voluntad política, hay un camino.
Phillip Seidel
Director de Arthur D. Little, Alemania
Carlo Stella
Socia de Arthur D. Little Middle East y Directora de Sostenibilidad Global